sábado, 29 de mayo de 2010
Kenia, el país de la magia africana
Hace unas cuantas semanas volví a Kenia. Mi primera vez en este país fue como turista hace 4 años y volver ha sido una experiencia mágica. Volver a sentir ese instinto natural que solo se puede vivir en Africa, en un lugar donde aún existen cielos imposibles y la naturaleza te conecta con otros tiempos en los que eramos quizás más básicos y más "inocentes" a la vez. Kenia tiene un poco para todos: sabanas extensas de acacias espinosas, altas montañas donde crece el té a raudales, cascadas que forman piscinas cristalinas o un mar que esconde corales y una vida submarina. En el lago Elementaita te sientes un pequeño punto en la inmensidad el Valle del Rift donde está encajonado este lago poblado de miles de flamencos que dan un tono rosado a sus aguas. Muchos siglos atras el lago Elementeita estaba unido al Nakuru (más turístico y conocido) pero el movimiento de las placas tectónicas de Africa los separó para siempre. Ahora cada uno de ellos tiene una historia que contar. Nakuru es el lago "mimado" por el turismo que llega en 4 x 4 y se instala en sus orillas. A nosotros un día en Nakuru nos regalaron imágenes de portada: rinocerontes blancos, flamencos en pleno vuelo asustados por el inicio de una tormenta y una luz espectacular o una manada de leones aprovechando el último rayo de sol del atardecer. Se quedan cortas las palabras para tanta belleza natural... Kenia es así de mágica!
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